viernes, 31 de marzo de 2017

Salvar la democracia

Por fin lo había conseguido, tras un arduo y fatigoso proceso y años de duro estudio y felaciones burocráticas, él, juez de la Audiencia Nacional,j unto con la valiente ayuda del fiscal del Estado, lo habia conseguido. Los pilares democráticos de la patria se habían tambaleado por culpa de esa peligrosa joven que se había atrevido a hacer chistes sobre un antiguo dictador fascista muerto y, con su talento, su buen hacer y su espíritu de lucha reaccionaria  había conseguido salvar este precioso edificio construido por la Transición sobre los duros cimientos franquistas. Porque se puede tolerar el robo y el engaño, la mentira y el expolio, pero el humor y la risa, la burla que pierde el respeto a lo irrespetable, es irrespetuosa y deleznable y no tiene cabida en un Estado de derecho, democrático y moderno. Vencimos y venceremos. Así que ¡Arriba España! ¡Coño! ¡Muy arriba! ¡Tan arriba como Carrero!

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