viernes, 31 de marzo de 2017

Salvar la democracia

Por fin lo había conseguido, tras un arduo y fatigoso proceso y años de duro estudio y felaciones burocráticas, él, juez de la Audiencia Nacional,j unto con la valiente ayuda del fiscal del Estado, lo habia conseguido. Los pilares democráticos de la patria se habían tambaleado por culpa de esa peligrosa joven que se había atrevido a hacer chistes sobre un antiguo dictador fascista muerto y, con su talento, su buen hacer y su espíritu de lucha reaccionaria  había conseguido salvar este precioso edificio construido por la Transición sobre los duros cimientos franquistas. Porque se puede tolerar el robo y el engaño, la mentira y el expolio, pero el humor y la risa, la burla que pierde el respeto a lo irrespetable, es irrespetuosa y deleznable y no tiene cabida en un Estado de derecho, democrático y moderno. Vencimos y venceremos. Así que ¡Arriba España! ¡Coño! ¡Muy arriba! ¡Tan arriba como Carrero!

domingo, 26 de marzo de 2017

La elegía

LA ELEGÍA

(En Andalucía, su tierra y la mía,
Se ha revuelto como el rayo Susana Díaz,
A quien tanto quería...)

Yo quiero ser mamando el enchufado
Del cortijo que controlas y manejas
Lideresa del PSOE, con dura mano

Alimentando con limosna a tus ovejas
Órganos de partido que tanto quieres
Y en los que si hay sillones, nadie se queja

Y aun siendo de derecha tus menesteres
Tan fanático soy y tanto te apoyo
Que por perdonar, perdono hasta los ERES.

Un manotazo duro y fuera embrollo
una puñalada trapera por la espalda
y cara a cara, largas el rollo.

No hay extensión más grande que tu falda,
traje de gitana entre feria y gestora
a la sombra de una rosa y la Giralda

Andando sobre ideales que devoras
entre ambiciones de poder e ignorancia
entre González y Guerra, otra traidora

Por fin anuncias ante militancia,
este burdo rumor tan de perogrullo
y oficialmente optas a comandancia

No perdono a Sánchez ni a su orgullo
No perdono a Iglesias con sus castas
no perdono al puño ni al capullo

En tus manos la fuerza enorme y vasta,
de aparatos con su mafia invisible
que al paria convence o aplasta

Quiero escarbar la tumba de lo escindible 
quiero apartar disidencia y debate
y en eso, sabemos, eres infalible

Quiero minar toda esa izquierda granate
y besar por fin la noble bandera
neoliberal de 24 quilates

Ganarás sin bajar a las trincheras
sin mancharte manos ni vestido
sin sentir la sangre que se altera

en las venas del descreído.
Ganarás con tu arrullo de la vieja
guardia de populismo escondido

Mandarás con la sombra y a collejas
mantendrás el orden en las filas
de manera antigua y añeja

Tu pretensión ya no vacila
llama al poder mas absoluto
de un país que descarrila

A los andaluces diminutos
déjanos con nuestra guerra
y el dolor más absoluto
compañera de armas, compañera.

viernes, 20 de enero de 2017

Que frío, carajo.

El precio de la luz nos tiene helados. Miramos la estufa con deseo y el botón de encendido con preocupación. Es curioso que tenga que venir una ola de frío desde la antigua U.R.S.S. a demostrarnos que el más que bien vendido neoliberalismo es una mentira de patas cortas y máscaras caras. Liberemos el mercado y esclavicemos a la humanidad, dejemos a los precios subir y bajar a su libre albedrío de oferta y demanda e ignoremos que en la subasta no hay diferencia entre el que puja y el que vende. Usemos mantas baratas para taparnos hasta los ojos y seguir ignorando la cruda y fría realidad, esa en la que ni siquiera nuestra casa nos sirve de refugio, pues no podemos, o no sabemos, o no queremos, cerrar la puerta giratoria por la que se cuela la gélida brisa norteña que mientras nos llena la nariz de mocos, a otros les colma los bolsillos de dinero.

El cambio es necesario y la revolución se ha convertido casi en un deber, pero a ver quién es el valiente que sale a la calle con este frío, carajo.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Contaminados

Una preciosa y densa nube de humo, a ratos gris y a ratos marrón según le de la luz del sol, se ha apoderado de la imponente Madrid y ha convertido su aire en un veneno de los que no matan de repente, pero nunca dejan de matar. Quizás por eso, por la ausencia de inmediatez , los madrileños de bien, sabios a corto plazo y defensores acérrimos de la libertad de circulación, se han levantado en armas contra el peligro que supone respirar un aire limpio. Existe una porción no escasa de habitantes de la capital que estando siempre jodidos no se acostumbran a joderse y protegen la libertad, ganada tras años de lucha, de poder coger el coche e ir al centro en él. Para eso trabajan y ganan dinero, para comprarse y pagar el coche que querían, porque, seamos sinceros y honestos, ¿de qué nos sirve la salud y la vida si no podemos siquiera coger nuestro automóvil y sentirnos libres sobre el asfalto de la más bonita de nuestras ciudades?

El ecologismo es algo totalmente inventado cuyas pruebas impalpables no vencen ni convencen a las mentes católicas, apostólicas y romanas que cada día ven a Dios en su infinita gloria, pero no son capaces de percibir el calentamiento global en un planeta que se derrite. La contaminación atmosférica no es más que un problema menor, un resquicio hippie de progres ignorantes que aun no se han percatado del auténtico peligro que acecha a la sociedad madrileña y española: la contaminación mediática, esa que se transmite a través del espectro electromagnético y penetra en nuestro cerebro por la mitad de nuestros sentidos para enturbiarnos la mente, enfangarnos los razonamientos y convertirnos en zombies de argumentario defensores de ese Imperio Galáctico que, aunque autoritario y despótico, por lo menos deja que cojamos nuestro coche cuando queramos.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Nubes y claros.

Sé que hay almas que no soportan la lluvia, almas para las que las gotas de agua golpean la ventana como agujas clavándose en el espíritu. Los recuerdos caen finos y los arrepentimientos nos truenan en la mente triste como el cielo. El ánimo se empapa y cuesta tirar de él, y es por eso que lo llevamos arrastrando tras nosotros como una negra sombra que no termina de clarear. Los huesos calan y la vida resbala en una empedrada acera que se convierte en trampa mortal para los transeúntes. Menos mal que la edad emplomiza los pies, a costa de recordar el dolor de antiguas caídas, y uno va aprendiendo poquito a poco a andar sobre mojado. Hay quien incluso, con arte y garbo, acaba patinando con velocidad sobre los charcos. Hay almas que, viendo el día, se convierten en una extensión de él y se nublan tristes y grises bajo una manta de pereza y desidia.


Yo no soy de esas almas, pues a mí los días como este, en los que a intervalos se superponen chaparrones y sol, son los días en los que aprovecho para abrir mi paraguas de letras y refugiarme del agua que, como buen antagonista del fuego redentor, me reprueba y sentencia. Es necesario mojarse primero para después sentir el placer de leerse y secarse al sol.

sábado, 29 de octubre de 2016

Felicidad Virtual

Era uno de esos espectaculares días de verano en los que la diferencia entre el azul del cielo y el de la mar se adivinaba por las dinámicas líneas blancas que la espuma de las olas dibujaba bajo el horizonte. Yo estaba disfrutando mis vacaciones en Zahara de los Atunes, refugiando mi sensible piel albina bajo la sombrilla, cuando a mi derecha se situó una familia con acento de más para allá de Despeñaperros. El padre estableció el campamento base con rapidez y decidió irse a dar un paseo antes de que la calor apretara con más fuerza, mientras la madre embadurnaba en crema al pequeño de la familia cuya diminuta paciencia empezaba a desbordársele mirando la apetecible orilla. Por último, la hija adolescente que no superaba la quincena, plantó el huevo en una silla con gesto obstinado y boca cóncava. Lo sé, soy de esas personas que en la playa mata el aburrimiento escudriñando bajo las gafas de sol el entorno y analizando comportamientos y actitudes para después crearme historias propias cuya veracidad nunca es demostrada. La cuestión es que aquella niña no modificó su semblante, a medio camino entre el odio y la resignación, en toda la mañana hasta que, en cierto momento, sacó su Smartphone y alargó su mano en postura de Selfie para esbozar una preciosa sonrisa que ni el brillo de sus aparatos eclipsaba. Se reía con toda la cara, las cejas hacia el cielo, los ojos abiertos, las arrugas bajo la nariz y la boca, por fin convexa, salía por los extremos de su rostro, pero no fue más que una sonrisa de unos leves segundos, pues tras el click, su expresión volvió a deformarse a la vez que sus dedos volvían a la pantalla del móvil para moverse con habilidad y rapidez. Supe que en alguna red social aquella niña alcanzó en aquel momento y, aunque de una manera virtual, más felicidad de la que yo jamás en mi vida he sentido y sentiré.

martes, 25 de octubre de 2016

Palabra del Señor

Me encanta discutir. Hay quien afirma sin pudor alguno que soy un insoportable pedante que siempre lleva la contraria por el simple hecho de llevarla, aunque yo me considero más bien un mero aficionado fan de Sócrates que, como hobby, practica la dialéctica en su día a día. Pero, aunque disfrute muchísimo con los debates, existe un tipo de persona con la que detesto entablar cualquier tipo de batalla: los creyentes, ya que su argumento último es divino y absoluto y un simple humano como yo jamás podrá rebatir al Todopoderoso. De esta manera, los cristianos tienen la palabra de Dios en la Biblia, los musulmanes la de Alá en el Corán y los psocialistas españoles la de Felipe González en El País. 

El mayor problema del PSOE no es Pedro Sánchez ni Podemos. Ni siquiera es Susana Díaz y Fernández Vara. El problema del PSOE es Felipe González y el endiosamiento al que ha sido elevado entre el psocialismo español. Pedro Sánchez pareció no haberse enterado bien de que se le puede mentir a los ciudadanos, a los votantes y, en ocasiones, hasta a los jueces, pero no al Dios supremo que desde su altar situado a medio camino entre un yate en el Caribe y un palacio en Marruecos, se encarga de iluminar a fieles e infieles con su sabiduría infinita y eterna. Felipe, cuyas ideas han sido arrugadas por el tiempo y distorsionadas por su ascenso a los cielos, quizás sea el mayor traidor del socialismo que jamás haya existido, y parece no aceptar que esta no es ya ni su época ni su realidad. Hace mucho que aquel abogado de Sevilla degradó en este actual y globalizado pez gordo que, con semblante siempre serio y enfadado, nada en las profundidades más oscuras de las élites mundiales, aleteando con soltura en el agua de la macroeconomía neoliberal europea, pero no entendiendo, ni comprendiendo, ni padeciendo el ahogamiento masivo de una sociedad y una generación que, náufraga y a la deriva, lucha por mantenerse a flote.

Finalmente, el PSOE va a obedecer la palabra del Señor y se va a abstener en la investidura de Rajoy para desbloquear la situación… Situación a la que, por cierto, hemos llegado tras año de un saqueo al que no le han puesto bloqueo. Parece ser que toda aquella indignación por los recortes y la corrupción desde la Gürtel hasta las Black, no era más que una estrategia partidista para sacar rédito electoral y que, tras fracasar y no devolver los votos perdidos, cae en sobre roto y perdona el latrocinio popular. Que un pueblo vote a ladrones no legitima el robo, degrada al pueblo. Que Rajoy siga gobernando con el beneplácito de la mayoría representativa no arregla la profunda crisis social, política y económica en la que estamos, la mantiene.